Tecnología en la clínica dental, el CBCT o escáner óseo.

En este blog os explicaremos qué es el CBCT o escáner óseo y para que lo utilizamos en la consulta. Llevamos muchos años utilizándolo, y con la gran ventaja de disponer de la tecnología en la propia clínica, así el paciente no necesita trasladarse para realizar esta prueba diagnóstica.

Imagen de CBCT de nuestra consulta

El CBCT viene de sus siglas en inglés, Cone Beam Computed Tomography, que traducido al español es la Tomografía Axial Computerizada. Se trata de una herramienta de radiodiagnóstico, es decir, de diagnóstico mediante rayos X.

 Imagen del modelo 3D

También le denominamos escáner óseo haciendo alusión a las partes del organismo que nos permite visualizar, es decir, los huesos y los dientes, que como también son tejidos duros aparecen en estas imágenes. Por ejemplo, no permite visualizar correctamente la piel o las encías, que son tejidos blandos.

Realizamos un escáner cuando queremos ver estructuras que no son visibles, o no del todo visibles, con las radiografías convencionales.

Imagen del modelo 3D

La diferencia esencial entre una radiografía convencional y el CBCT es que en el primer caso vemos una imagen bidimensional, mientras que el CBCT permite valorar volúmenes, es decir, imágenes tridimensionales. Además, se trata de imágenes no distorsionadas, lo que implica que el tamaño de las estructuras anatómicas que observamos se corresponde con la realidad. Esto facilita en muchos casos no solo el diagnóstico de enfermedades sino que simplifica el tratamiento.  En las siguientes imágenes se muestra una secuencia de radiografía convencional, en el que se aprecia ligeramente la lesión en el hueso, mientras que se observa con mucha más claridad y exactitud en las imágenes que se corresponden con el escáner.

Comparación entre una radiografía convencional (primera imagen) e imágenes del escáner (segunda imagen) y el modelo 3D. El asterisco (*) corresponde con la zona de lesión del hueso por infección.

En nuestra consulta utilizamos el CBCT como herramienta diagnóstica en distintos campos. 

Para la colocación de implantes dentales todos nuestros estudios se basan en la información aportada por el escáner, mucho más exacto que las radiografías. Podemos analizar, por ejemplo, la anchura que tiene el hueso y la calidad del mismo, algo que no es posible con las radiografías. De esta manera se pueden colocar implantes de forma más predecible y exacta, lo que reporta un beneficio a corto y largo plazo para el paciente, mejorando el pronóstico de los implantes.

Imágenes de la planificación de dos implantes con escáner óseo.

Cuando hay sospechas en la presencia de lesiones en el hueso causadas por infecciones dentales el escáner también es esencial. Por un lado, confirmamos la presencia de lesiones que se ven difusas en radiografías o que directamente no serían detectables, y además vemos si afectan a otras estructuras del cuerpo cercanas, como otros dientes, el senos maxilares, nervios,… 

Cuando hay que realizar extracciones de las muelas del juicio también se utiliza el escáner, sobre todo en casos más complejos, pues permite predecir posibles complicaciones posteriores si está cerca del nervio dentario inferior,…

Entre sus otras aplicaciones está la detección de anatomías anómalas y más complejas, como mayor número de raíces en los dientes, o incluso facilita la detección de fracturas en la raíz del diente.